Despertarse y acostarse en los mismos horarios, incluyendo fines de semana.
No tomar sustancias excitantes como café, té, alcohol, tabaco, etc. a partir de las 5 de la tarde.
Realizar ejercicio físico de 30 a 60 minutos al día, evitar hacerlo a última hora del día, ya que activa al organismo.
Tomar una cena ligera y esperar una o dos horas para acostarse.
No irse a la cama con sensación de hambre. Se puede tomar un vaso de leche caliente (sin chocolate) o una infusión (sin teína) para favorecer la relajación antes de ir a dormir.
Eliminar cualquier estímulo lumínico (pantallas, móviles y tablets) entre 60 a 90 minutos antes de irse a dormir.
Evita la entrada de luz y ruido del exterior, si es necesario usar antifaz y tapones.
Evitar la automedicación y las siestas prolongadas, en caso de necesidad máximo 15 minutos y nunca por la tarde-noche.
Si se está tomando medicación hay que tener en cuenta que algunos medicamentos pueden producir insomnio.
En caso de insomnio nocturno, levantarse de la cama, salir de la habitación, procura estar en otro lugar con luz tenue o a oscuras, donde puedas leer o realizar ejercicios relajantes sin agobiarte.
Realizar rutina relajante antes de dormir: duchas calientes, infusiones, música con ondas lentas, luz cálida, estiramientos, anotar en una libreta preocupaciones o quehaceres del día siguiente.
Mantener la temperatura a 18-19 grados Celsius la habitación.